ASATA desarrolla proyectos en el ámbito educativo promoviendo el emprendimiento y fomentando la igualdad en la sociedad. En este contexto y a través de este artículo queremos visibilizar la importancia de la orientación profesional en la etapa educativa y poder así dar más oportunidades a los jóvenes en la elección de su camino profesional.
Para Bisquerra (2005) la Orientación es: “Un proceso de ayuda y acompañamiento continuo a todas las personas, en todos sus aspectos, con objeto de potenciar la prevención y el desarrollo humano a lo largo de toda la vida. Esta ayuda se realiza mediante una intervención profesionalizada, basada en principios científicos y filosóficos”.
Los diferentes contextos en los que interviene dependen del proceso evolutivo del orientado. Primero, la orientación está presente en la etapa educativa, cuando el orientado es estudiante. En la siguiente fase, usted como ciudadano podrá obtener ayuda de los servicios públicos de empleo y entidades colaboradoras recibiendo sus servicios a lo largo de su vida. Estas ayudas también pueden ser necesarias en situaciones laborales, ya que no son excluyentes.
En nuestra sociedad de hoy, compleja y cambiante, la orientación profesional debe adquirir un nuevo desarrollo y buscar un mayor protagonismo en los centros de Secundaria. Es en la sociedad del conocimiento donde se encuentran nuevos significados y desafíos de la educación, del trabajo, del ocio que, unido a la era tecnológica, nos obliga, como orientadores profesionales, a una formación y orientación a lo largo y ancho de la vida, a una continua capacidad de adaptación a los cambios y a generar actitudes proactivas ante los mismos.
Una buena orientación profesional debe acompañar a la persona a alcanzar su autorrealización, “llegar a ser lo que realmente somos”, para ello es importante que el joven conozca sus fortalezas y oportunidades (determinantes personales) para que las contraste con sus debilidades y amenazas (del exterior, sus determinantes sociales) y así responder a los cuatro interrogantes básicos del proceso de orientación: ¿quién soy?, ¿dónde estoy?, ¿qué hacer y ¿cómo hacerlo?
Es en esta etapa de Educación Secundaria donde esta integración cobra sentido, dada la edad de los estudiantes y la proximidad de una transición importante, relacionada con la continuidad de sus estudios o con la incorporación al mundo laboral.
Ante estos planteamientos nos preguntamos si realmente se orienta al alumnado desde esta perspectiva, es decir, si se considera el trabajo como parte integrante de la vida y, por tanto, en conexión con el resto de aspectos que mediatizan el desarrollo de la persona o, por el contrario, se parte de actuaciones puntuales llevadas a cabo en los últimos cursos de la etapa de Secundaria con la intención de proporcionar información a los estudiantes sobre el sistema educativo y salidas laborales.
Este post es una actuación enmarcada en el programa PILA, cofinanciado por el Fondo Social Europeo, en colaboración con la Consejería de Industria, Empleo y Promoción Económica de Asturias y el impulso de CEPES como Organismo Intermedio del FSE.
En múltiples ocasiones cuando una persona se queda en desempleo y comienza con la búsqueda de nuevas oportunidades, se topa con innumerables situaciones en las que la respuesta que recibe por parte de las empresas es “No”.
El problema surge cuando no se es capaz de manejar la frustración ante una reiterada negativa ya que en estos casos en particular supone un estancamiento laboral, ámbito de la vida que es inmensamente importante ya que permite desarrollarte como persona y como profesional en tu ámbito.
De esta manera, a continuación, se exponen algunas estrategias que se pueden llevar a cabo para enfrentarnos y prepararnos de cara a la frustración ante el desempleo:
Se consciente de tus sentimientos. Es importante, como primer paso, reconocer cuándo te sientes frustrado/a, para poder actuar e intentar gestionarlo de forma positiva.
Recuerda los éxitos del pasado. Rememorar te ayudará a reforzar la confianza en ti mismo/a y a eliminar el falso pensamiento de que siempre eres la persona rechazada.
No creas que el mundo está en tu contra, no es nada personal. La definición que hagamos de la situación tiene una influencia importante en nuestros sentimientos. De esta forma, podemos atribuir la causa de dos maneras posibles: a nosotros mismos (por cómo somos, lo que decimos, cómo actuamos…) o a otras cosas/personas (hacemos referencia a la suerte, terceras personas…). En todo caso, un equilibrio entre el reconocimiento de nuestras debilidades en la candidatura y las dificultades del entorno será la combinación más realista.
Sé perseverante. No te rindas a la primera negativa: lo importante es seguir probando hasta encontrar la oportunidad. A veces es necesario pasar por experiencias no tan positivas.
Busca ayuda. No hace falta que te enfrentes en solitario al problema, acude a organismos expertos, como ASATA, donde, las profesionales de la orientación laboral te pueden acompañar en este proceso.
Toma las críticas de manera constructiva. Lamentablemente, no todos aceptan estas críticas de manera constructiva, sino que se sienten ofendidos y piensan que los demás están mal y no hay nada que mejorar.
En conclusión, las circunstancias no las podemos elegir, pero sí podemos elegir la actitud y las ganas con la que vamos a vivirlas. Por eso es importante entrenar nuestra mente en positivo y no dejarse llevar por pensamientos que nos bloquean, afectan a nuestra autoestima y a la motivación para seguir intentándolo.
Este post es una actuación enmarcada en el programa PILA, cofinanciado por el Fondo Social Europeo, en colaboración con la Consejería de Industria, Empleo y Promoción Económica de Asturias y el impulso de CEPES como Organismo Intermedio del FSE.
Una de las mayores dificultades que nos transmiten las empresas, sobre todo pequeñas y medianas, es que no logran encontrar al candidato ideal. Quienes nos dedicamos a la Intermediación Laboral o hemos estado en Recursos Humanos, sabemos que este proceso no es fácil y que el factor personal y subjetivo juega un gran papel en el éxito del proceso de selección.
Esta subjetividad entra en juego por ambas partes, tanto el seleccionador como el candidato son personas con sus creencias, valores y actitudes.
Si bien es cierto que intentar objetivar el proceso de selección puede ser un buen punto de partida para encontrar al candidato que buscamos, también debemos tener en cuenta esa subjetividad y valorarla como tal, es decir, tener en cuenta cuestiones como la actitud y valores de la persona y asegurarnos de que están alineados con los de la empresa, ya que este aspecto será clave para un proceso de selección exitoso.
Otras de las claves para poder encontrar a ese/a candidato/a que encaja a la perfección en lo que estamos buscando serán:
Utilizar suficientes o adecuadas fuentes de reclutamiento
Especificar bien los requisitos del puesto a todos los niveles
Transmitir con sinceridad las condiciones del puesto para no crear falsas expectativas
Desde nuestra entidad te ayudamos en esta labor, clave para tener éxito y encontrar al candidato/a ideal.
Algunas de las ventajas de dejarse asesorar por una agencia de colocación y/o entidades que trabajamos con programas de empleo y orientación, en la búsqueda del candidato/a más adecuado/a son:
Conocemos a los/las candidatos/as de manera directa y personal, dado que sus orientadores/as han realizado varias sesiones individuales previas, antes de derivarlos/as a cualquier oferta.
Nuestra bolsa de candidatos pone a disposición de la empresa perfiles muy diversos.
La motivación hacia el puesto está asegurada, ya que se realiza una valoración previa de la persona, acerca de sus intereses y objetivos laborales y, muy importante, su Actitud. Siempre nos vamos a asegurar de que estos aspectos estén alineados con el puesto a cubrir y la cultura y valores de la empresa.
El numero de candidatos/as enviado es pequeño, siendo más manejable, y porque preferimos ajustarnos en la pre-selección a los requisitos marcados por la empresa y asegurarnos de que realmente se adaptan y cumplen el perfil.
Este post es una actuación enmarcada en el programa PILA, cofinanciado por el Fondo Social Europeo, en colaboración con la Consejería de Industria, Empleo y Promoción Económica de Asturias y el impulso de CEPES como Organismo Intermedio del FSE.
Mantener la motivación durante la búsqueda de empleo es uno de los pilares fundamentales para obtener resultados. Durante este recorrido, muchas personas acaban perdiendo la motivación y cayendo en un estado de pasividad y evitación que les lleva, entre otras cosas, a dejar a un lado la búsqueda activa y a perder oportunidades laborales.
Algunas de las claves para mantener la motivación en el tiempo durante este proceso:
La actitud y el lenguaje interno
Mantener una actitud positiva es importante para la motivación, lo podrás hacer si prestas atención a tus pensamientos, o lo que es lo mismo, a aquello que te dices a ti mismo. Pensamientos del tipo “ya estoy en una edad difícil para encontrar trabajo”, “no estoy cualificado”, “no voy a encontrar trabajo”, «es que ni me llaman», “sólo hay trabajo basura” etc., no ayudarán a motivarte sino todo lo contrario.
Para afrontar la búsqueda y obtener resultados necesitas sentirte anímicamente bien, por lo tanto, sé práctico y procura reformular tus pensamientos y creencias en pro de tus objetivos. No te agobies, los pensamientos negativos llegarán, eso es una realidad.
👉 Un primer paso es tomar consciencia de ellos y ser capaz de identificarlos.
👉 En segundo lugar no los tomes como una verdad absoluta, no por pensar eso se convierte en una realidad, ni tampoco serás lo que piensas.
👉 En un tercer paso, replantéate esos pensamientos y creencias, intenta «darles la vuelta» y cuestionártelos: «¿realmente tener cierta edad me va a cerrar todas las puertas?», «¿acaso no tengo más que aportar gracias a mis experiencias y vivencias?», «¿y no puedo aportar mi ilusión y mis ganas de trabajar?», «a mí también se me da bien hacer esto…», «si yo aprendo rápido», «igual puedo trabajar en ocupaciones distintas a mi profesión, hacerlo bien y estar contento» etc.
Procura sustituir esos pensamientos iniciales negativos por otros más positivos. Inténtalo y vete practicando, es cuestión de ir entrenando tu mente, este ejercicio te ayudará a relativizar y a no perder la motivación.
Ten en cuenta también, que es muy importante tener una vida plena y activa en las diferentes facetas, no te centres únicamente en la búsqueda de empleo.
Pasa de preocuparte a ocuparte. Crea hábitos
Si solo te focalizas en tu mente y no actúas, te preocuparás en exceso por todo y cada vez por más cosas, por ello necesitas actuar.
En tu búsqueda de empleo márcate pequeños objetivos alcanzables que te permitan ver tu avance diario y motivarte, no te centres ni te preocupes en exceso por todo lo malo que podría pasar o por todo aquello que escapa a tu control.
Y sobre todo, no esperes a que la inspiración o motivación llegue por arte de magia, esto es un gran error. Debes crear hábitos y rutinas de trabajo que se desarrollen de forma casi automática, al margen de si tienes un buen o mal día, ¿verdad que cuando tienes un trabajo, acudir a él no es algo optativo? Pues intenta aplicar esa misma premisa en tu búsqueda activa diaria.
Acepta los fracasos y acéptalos como parte del proceso y fuente de aprendizaje
Parte de la base de que ser descartado en una entrevista de trabajo o en varias, forma parte del proceso de búsqueda, procura que esto no te desestabilice, lógicamente no eres inmune a estas contrariedades y en determinadas ocasiones te sientas flaquear, pero no lo tomes como un fracaso personal, no te bloquees, acepta estos reveses como parte inherente de la búsqueda de empleo y sigue avanzando, estás en el camino.
Este post es una actuación enmarcada en el programa PILA, cofinanciado por el Fondo Social Europeo, en colaboración con la Consejería de Industria, Empleo y Promoción Económica de Asturias y el impulso de CEPES como Organismo Intermedio del FSE.
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