Creencias

Creencias

En muchos sentidos, somos lo que hacemos y lo que pensamos. Las creencias que interiorizamos y a través de las cuales vivimos definen quiénes somos. Las creencias son fundamentalmente ideas memorizadas acerca de cómo es el mundo y sobre cómo debemos actuar. Concretamente, son esquemas cognitivos, es decir, sistemas de relaciones entre conceptos que figuran en nuestra memoria.

Las creencias giran en torno a nosotros mismos, a los demás y a cómo ha de ser el mundo que nos rodea. La mayoría de nuestras creencias son generalizaciones sobre nuestro pasado, basadas en nuestras interpretaciones de las experiencias que hemos vivido, nuestros valores, la cultura, las tradiciones…

Nosotros no decidimos de forma consciente qué queremos creer y muchas veces nuestras creencias son interpretaciones erróneas de hechos que ocurrieron en el pasado. Lo bueno de esto es que siempre podemos ir revisando nuestros paradigmas e ir cuestionándonos esas creencias a través de nuestros pensamientos.

Las creencias podrían ser entendidas como la parte pasiva, ya que no se cuestionan tan fácilmente y son más difíciles de modificar directamente, y los pensamientos como la parte más activa, van a ir validar las creencias que mantenemos. Es en esa validación donde hay que considerar a los pensamientos como hipótesis y como supuestos, no como verdades absolutas.

La forma de acceder a nuestras creencias, por tanto, es mediante los pensamientos los cuales han de ser nuestro primer objetivo, pudiendo ser cuestionados mediante preguntas del siguiente tipo:

¿Qué datos hay en la realidad que me hacen pensar tal o cual cosa? ¿puedo verlo de otra manera objetiva? ¿De qué sirve pensar lo que estoy pensando? ¿Qué es lo peor que puede pasar?

Algunas creencias, la mayoría, nos hacen la vida más fácil, nos dan seguridad, por ejemplo, creemos firmemente que el sol sale por las mañanas y no necesitamos hacer comprobaciones de que eso es cierto. En cambio, con otras creencias dejamos de hacer comprobaciones cuando sí son necesarias.

Algunas creencias pueden limitarnos y bloquearnos a la hora de hacer determinadas cosas, o generarnos malestar continuado. Puede que alguna de estas creencias, se basen en experiencias que hemos vivido que nos han podido hacer creer eso, pero analicemos detenidamente algunas de ellas:

  • “Solo hay dos formas de hacer las cosas, la correcta y la incorrecta”. Creer esto generará pensamientos polarizados de todo o nada, que finalmente pueden provocar conductas de bloqueo (no hago nada que no pueda hacer correctamente) ¿eres perfecto?, ¿los demás se equivocan?,¿tú te equivocas?,¿si te equivocas te conviertes en un inepto?,…
  • “El pasado siempre me determina”. Somos lo que somos y estamos, donde estamos porque nuestro pasado ha sido el que es, pero eso no justifica que haré mañana. Alguien con esta creencia puede pensar que haga lo que haga todo será igual, que aquello que pasó nunca le devolverá la alegría dando lugar a conductas de bloqueo, pero “el hoy es el pasado del mañana”.
  • “Es horrible que las cosas no salgan como a uno le gustaría”. Las auto-instrucciones que nos damos cuando nos ocurren cosas que no nos gustan van a determinar también el afrontamiento del mismo. Cambiar la palabra horrible y catastrófico por desagradable, puede reportarnos un estado emocional no tan paralizante.

Creencias irracionales de Ellis:

Albert Ellis (1913-2007) fue un psicoterapeuta cognitivo de origen norteamericano. Algunas de las creencias irracionales que plantea Ellis quedan resumidas a continuación. Están redactadas en términos muy extremistas, pero con ciertos matices algunas pueden encajar en aquello que crees:

  • Es necesario para un ser humano ser querido y aceptado por todo el mundo
  • Uno tiene que ser muy competente y saber resolverlo todo si quiere considerarse necesario y útil
  • Es horrible que las cosas no salgan de la misma forma que a uno le gustaría
  • La desgracia humana es debida a causas externas y la gente no tiene ninguna o muy pocas posibilidades de controlar sus disgustos y trastornos
  • Si algo es o puede ser peligroso o atemorizante, hay que preocuparse mucho al respecto y recrearse constantemente en la posibilidad de que ocurra
  • Es más fácil evitar que hacer frente a algunas dificultades o responsabilidades personales
  • Siempre se necesita de alguien más fuerte que uno mismo en quien confiar
  • Un suceso pasado es un importante determinante de la conducta presente, porque si algo nos afectó mucho continuará afectándonos indefinidamente
  • Uno debe de estar permanentemente preocupado por los problemas de los demás 

Se estima que cada persona tiene 2 o 3 creencias irracionales, que determinan su forma de afrontar diversas situaciones-problema manteniendo el malestar.

Las creencias no las cuestionamos, las damos como válidas una vez nos viene a la mente y ahí radica el problema, ya que sentimos lo que sentimos porque pensamos lo que pensamos.

¿Cómo modificar las creencias limitantes?

Un buen punto de partida podría ser identificar qué pensamiento y creencia tenemos en relación a determinados temas que generan malestar. ¿Cómo ha llegado ese pensamiento hasta ahí? ¿por qué crees eso?

Para cambiar una creencia limitante por una creencia potenciadora te vamos a proponer una técnica de PNL (Programación neurolingüística):

– Escoge una creencia negativa limitadora. ¿Es una creencia recibida de otras personas o tuya propia?

– ¿Cuál es la intención positiva de esa creencia? (todo comportamiento encierra una intención positiva)

– ¿Cuál es la creencia opuesta positiva que quieres incorporar?

– ¿Cómo puede mejorar mi vida aplicando la creencia positiva?

– ¿Cómo podría empeorar mi vida por esa nueva creencia?

– ¿Qué es lo mejor que te puede pasar si continúas con la vieja creencia?

– ¿Qué es lo mejor que te puede pasar con la creencia positiva?

Hemos visto cómo las creencias limitantes pueden bloquearte y no permitirte llevar a cabo acciones que son totalmente lógicas. Pero ten en cuenta que, del mismo modo, creencias potenciadoras pueden llevarte a alcanzar los retos más imposibles y cambiar tu vida por completo, así que empieza por plantearte ¿qué creencias piensas que pueden estar limitando tu vida?

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